Os vamos a dar unos pequeños trucos para que podáis aplicar en algunas de vuestras recetas. Al final cada persona tiene los suyos propios para que el resultado final sea el mejor.
- Para hacer un solomillo perfecto, si os sentís algún día rumbosos, os voy a dar un truquillo que lo mejora, si es posible. Como las ruedas de carne suelen ser gorditas, pues, sobre todo al que le gusta poco hecho, el interior se queda tirando a frío. Bien, las metéis en el microondas en posición de descongelar durante 4 o 5 minutos. En una sartén que habréis untado con aceite o con la misma grasa que le habéis quitado al solomillo y bien caliente, lo “selláis” para que al freír no se le vaya el jugo. 30 segundos por cada lado y ahora a freír como os parezca y al punto que os guste.
- Para evitar que el aceite salte en la sartén al calentarlo, la espolvoreáis con sal. Además evita que lo que vais a freír se pegue en la sartén.
- Si alguna vez cocéis algún hueso de jamón, el caldo queda fuerte y sirve para añadir una parte a un caldo de pollo, verduras… Pues lo que os sobre lo congeláis en cubitos de hielo y tenéis raciones para unas cuantas veces.
Son muchos años cocinando en casa y al final se aprenden muchas cosas. Estos trucos son solo unas pequeñas ideas que podéis poner en práctica. Sin embargo, cada persona termina desarrollando sus propias ideas y conceptos. Todo se consigue al final con la práctica.